miércoles, 31 de enero de 2007

Peces en la r e d...

Ay, Los Beatles. Desde que los descubrí hace 20 años exactamente se convirtieron en el grupo que motivó muchos de los cambios en mi vida. Su música me dio infinidad de experiencias, me abrieron muchas puertas y me dieron muchísimos elementos para crecer.

Sé que no deben gustarle a todos. Sé que no todos deben reconocer lo que yo reconoce en ellos, pero repentinamente me encuentro con una muestra de estupidez tan grande que quiero compartirla con ustedes.

Me encuentro en un grupo de discusión sobre The Cure. Participo poco pero ocasionalmente envío algún comentario, pregunta, petición. Me entero en algún punto de mi permanencia en la lista que hay en esa comunidad virtual cierto disgusto por Los Beatles, no genralizado, pero sí bastante difundido. Por supuesto yo estoy ahí por la plática sobre The Cure y por conocer un poco más y enterarme de las noticias de la banda, así que no hago mucho caso. En otro punto de mi estancia en ese lugar virtual comienza una discusión bastante absurda sobre Los Beatles. Que si apestan, que si les cagan, que si son respetables, que si merecen la muerte, etc. Yo decido no meterme y borrar los mensajes tan sin fundamentos que (esos sí) apestaban. En un momento una superfan del cuarteto de Liverpool, salta de su trinchera y vocefera su indignación, yo desde la mía la aplaudo aunque no compartiera todos sus puntos. Resulta que las cosas (por supuesto) fuera de calmarse se ponen más intensas, yo decido no meterme y mantenerme parcial pero en silencio borrando las tonterías e improperios que se iban acumulando en mi bandeja de entrada. Pero de mensaje en mensaje las idioteces se intensificaban, hasta que me topé con uno de los mensajes más imbéciles que haya leído en grupo de discusión alguno.

Lo comparto con ustedes mencionado que a la chica a la que responde fue a la que defendió su pasión por Los Beatles, así podrán entender más del contexto del mentado mensajito. La autora del mensaje se llama Adriana.

Ella escribió textualmente lo siguiente:

Después de leer y borrar varios correos con subject "Me caga no sé qué", pues tú (y el respetable foro) me perdonarás, pero si no escribo esto, seguro se me seca la mano derecha.

Y ahí te va, a mí los beatles me caaaaagaaaaaaan, y en particular el monito este con cara de señora "macarti" (que por cierto, su esposa se murió de cáncer y la última, le vació los bolsillos). Al que mataron pues... mal pedo pero, también me super caga su cara de Jesucristo, y ni qué decir del gordito gris que nadie pelaba... Jajaja... Creo que el único que se salva es el que se murió de cáncer. Chale, algo tuvieron que hacer para tener tan trágicos finales... ahhh, ya sé... ¡¡existir!!

La neta, qué hueva tu pegadez con un grupo que defecó y sigue defecando billetes. Eso es lo único que les reconozco, su capacidad para generar lana como borregos

La música, como cualquier otra cosa, tiene una evolución, sino hubieran existido ellos, hubiera sido otro grupo. Así que a mí en lo particular, pequeña wampy, me importa un rabano tu amor por los bitles. A ellos les tocó, fue el momento, la situación social y política de el época... no hay más.

Bueno, pues ya.. jajaja, "amor y paz".



Ajá... sí bien... ¿en verdad me detuve a leer esto? Bien.Había decidido no meterme en la discusión y en ese instante decido escribir una respuesta... No me decido a enviarla pero necesito sacarla de mi sistema... así que la comparto aquí.

Aclaro que The Cure me gusta, y muuucho. Les he dedicado un blog y he descubierto al grupo como fuente de sensaciones chidísimas. Así que no se tome nada de lo que digo como ataque a The Cure o Robert Smith, sólo utilizo los argumentos de la autora del correo electrónico anterior para tirarlos por la borda (según yo).

Adriana:

Bajo tus mismos argumentos entonces:


The Cure (o De Quiur para que entiendas) también es un simple payaso del destino, porque si no hubieran sido ellos, hubieran sido otros. Son resultado de su momento, por lo cual tampoco tienen mérito alguno.


Que bueno que admires la capacidad de Los Beatles (Bitles en tu idioma) para producir cantidades extraordinarias de dinero, porque en ese sentido Robert Smith también se pinta solo, así que ambos son bastante respetables.

Me da gusto que ames a De Quiur, ya que en sus bases, te guste o no, tiene influencia de aquellos a los que detestas... ¡qué chido que ni lo sientas, porque así no sufres!

Es increíble que para tus acusaciones te bases en hechos como el rostro de Paul McCartney, o la actitud de Ringo Starr, o la enfermedad de George Harrison, o la apariencia de John Lennon. Así se llaman, y tu amplia cultura debería haberte indicado los datos correctos de aquellos a los que criticas tan seriamente. En verdad espero que ni tú, ni tu familia, ni Robert Smith, ni su esposa sufran jamás de una enfermedad como el cáncer, que NADA tiene que ver con la calidad que como persona, artista, esposo o miembro de un grupo, tengas. ¿O querías mostrar que conocías datos de trivia?

Dices que todo tiene su evolución. Lástima que tú no tengas esa posibilidad. No tienes las herramientas.

¡Qué absurdo todo lo que dijiste! Tan fácil que era decir que Los Beatles no te gustaban sin mostrar lo poco inteligente que eres y lo magníficamente intolerante que te presentas.


En fin. El correo no lo envié. ¿Para qué? ¿Para alborotar la imbecilidad de la gente? ¿Tendría que enviarle el texto que originalmente le escribí? ¿Qué opinan?

Creo que lo único que me queda es sacarlo, expresarlo... yo habré aprendido algo sobre tolerancia y respeto, esa mujer no avanzará jamás.

La época en que Equus mató a Harry Potter (ó prohibido crecer)


Érase una vez un joven que representaba a Harry Potter en una serie de películas basadas en los libros de J. K. Rowling. El joven crecía y junto con su crecimiento se manifestaban deseos de ampliar sus horizontes y desarrollar sus capacidades histriónicas. Un buen día ya cuando había cumplido los 17 años de edad decidió probar suerte en los escenarios londinenses participando en la obra Equus, dando de sí para el personaje principal e intentando quitarse de encima la capa de Potter, el mago del sueño de muchos. Dábanse cuenta los padres de miles de niños que leen la saga potteriana de que el maguito había crecido y le había salido vello púbico y que aceptaba otros retos diferentes a enfrentarse a Voldemort recreado. Esos padres moríanse del impacto y prohibíanles a sus hijos e hijas leer más Harry Potter... no se diga ¡ver las películas donde el indecente joven tiene a bien salir como estrella principal!

¿Ficción o vil realidad?

Publicado originalmente en aquí

Aquí llegué...

A escasos días del primer aniversario del nacimiento de mi primer blog (El parque del fraile), el cual por cierto no celebré como creo debí hacerlo, inicio esta aventura que de entrada me parece un tanto alocada, tal vez un tanto absurda, pero que sin duda será entretenida. Doy vida a este blog en el que pretendo conjuntar o unificar el contenido de la serie de blogs que he abierto.

Mi mente dispersa ha impulsado el desarrollo de alrededor de 10 blogs y fotologs. Tengo pocos lectores pero cada uno de ellos siente atracción o interés por uno o dos de los sitios que alimento. Ha habido momentos en que mis (poquitos) lectores han manifestado que tanto blog los marea un poco así que tuve la idea de crear uno en el que fuera poniendo todo aquello que queda contenido en los demás blogs. Con esto intento darme cuenta si vale la pena concentrar todo aquello que te gusta, todo lo que piensas y quieres expresar, en un sólo lugar o si el tener lugares específicos para temas concretos resulta mejor, o si finalmente es lo mismo.

De momento seguiré ingresando las entradas en aquellos sitios, pero también lo concentraré todo aquí... de forma que poco a poco pueda ver cómo funciona esta dinámica. También iré ingresando poco a poco las entradas pasadas de mis otros blogs de forma que, tal vez, este blog se vuelva más activa.

Probablemente este se convierta en mi único blog. Es posible que este desaparezca y los otros sigan viviendo... todavía no lo sé... pero ya quiero comenzar el proceso en el que lo averiguo.
¡Gracias por estar aquí!