Según publicado en Fotolog el 19 de diciembre del 2009.
19/12/09
El año que está por terminar, me ha permitido vivir algunas experiencias que determinaron y continuarán determinando cambios muy importantes en mi vida, evolución que tiene grandes repercusiones -especialmente el facilitarme la construcción de una Mariana más feliz -.
Uno de los pilares de esas posibilidades encontradas durante los últimos meses se lo debo a CEPAZ y su 5to Seminario de Educación para la Paz y Derechos Humanos: Formación de Educadores y Educadoras, evaluación de impacto de la 1a, 2a, 3a y 4a generación", por supuesto que a través de su gente, Roberto, Leti y Carlos, quienes no sólo ofrecen una experiencia educativa transformadora, sino que además brindan un espacio cálido y siempre rico para compartir información y actividades, pero sobre todo: la vida.
La Educación para la Paz y Derechos Humanos, desde esta experiencia académica y recreativa, me dotó de una nueva piel para apreciar, a través de todos los sentidos, las experiencias cotidianas ya sea dentro o fuera de mí, me brindó herramientas amorosas para vincularme con el mundo... me invitó a reflexionar... a crecer... a amar.
Así como cuando conocí la perspectiva de género, ahora que encuentro en mi camino la Educación para la Paz, puedo estar segura de que teno mejores y más valiosas herramientas para ir por la vida, para indagar, para responderme y para seguir aprendiendo más ligera de prejuicios, de ideas que he aprendido por mandato social, por creencia generalizada, por inercia.
Con gran expectativa y con mucho amor, emprendí la tarea de dar un breve taller de doce horas a gente cercana a mí que ha visto con sus propios ojos y a escuchado directamente los cambios positivos que se han generado en mí, de forma que podían ver que no estaba engañando a nadie... hablé y compartí desde la honestidad de mi propio proceso... transparendte desde mi yo al día de hoy. Logré el objetivo en gran forma y desde mi perspectiva sé que logré sembrar una semilla en cada participante en el taller... y se lo debía a Roberto a Leti a Carlos, ya que en el seminario recibí una gran dotación de semillas para mí, pero también para compartir... para hacer llegar a más gente algo de aquello que me ha hecho feliz y que me da impulso para seguir siéndolo.
En mí queda el compromiso de continuar aprendiendo de la Educación para la Paz y Derechos Humanos, pero queda además una necesidad mayor de poder comunicar lo que he aprendido. Sé que si la forma de educarnos (en casa, en la escuela, en otras instituciones) estuviera apegada a esta perspectiva las personas podríamos relacionarnos mejor y descubrir las maravillas que hay en todas y todos, tendríamos una actitud más productiva y seguramente caminaríamos con sonrisas más amplias.
Gracias Cepaz... gracias 2009... por llegar y por provocarme... por darme y permitirme aportar algo de mí.
**
La foto muestra al grupo de la 5ta generación CEPAZ el día del cierre, en el piso se observan carteles llenos de frases positivas y senitimientos hermosos que fueron inspiradad y comunicadas por las personas que conformamos el grupo y tuvimos la oportunidad de hacer el cierre emocional de la experiencia. ¡Gracias gente linda!
19/12/09
El año que está por terminar, me ha permitido vivir algunas experiencias que determinaron y continuarán determinando cambios muy importantes en mi vida, evolución que tiene grandes repercusiones -especialmente el facilitarme la construcción de una Mariana más feliz -.
Uno de los pilares de esas posibilidades encontradas durante los últimos meses se lo debo a CEPAZ y su 5to Seminario de Educación para la Paz y Derechos Humanos: Formación de Educadores y Educadoras, evaluación de impacto de la 1a, 2a, 3a y 4a generación", por supuesto que a través de su gente, Roberto, Leti y Carlos, quienes no sólo ofrecen una experiencia educativa transformadora, sino que además brindan un espacio cálido y siempre rico para compartir información y actividades, pero sobre todo: la vida.
La Educación para la Paz y Derechos Humanos, desde esta experiencia académica y recreativa, me dotó de una nueva piel para apreciar, a través de todos los sentidos, las experiencias cotidianas ya sea dentro o fuera de mí, me brindó herramientas amorosas para vincularme con el mundo... me invitó a reflexionar... a crecer... a amar.
Así como cuando conocí la perspectiva de género, ahora que encuentro en mi camino la Educación para la Paz, puedo estar segura de que teno mejores y más valiosas herramientas para ir por la vida, para indagar, para responderme y para seguir aprendiendo más ligera de prejuicios, de ideas que he aprendido por mandato social, por creencia generalizada, por inercia.
Con gran expectativa y con mucho amor, emprendí la tarea de dar un breve taller de doce horas a gente cercana a mí que ha visto con sus propios ojos y a escuchado directamente los cambios positivos que se han generado en mí, de forma que podían ver que no estaba engañando a nadie... hablé y compartí desde la honestidad de mi propio proceso... transparendte desde mi yo al día de hoy. Logré el objetivo en gran forma y desde mi perspectiva sé que logré sembrar una semilla en cada participante en el taller... y se lo debía a Roberto a Leti a Carlos, ya que en el seminario recibí una gran dotación de semillas para mí, pero también para compartir... para hacer llegar a más gente algo de aquello que me ha hecho feliz y que me da impulso para seguir siéndolo.
En mí queda el compromiso de continuar aprendiendo de la Educación para la Paz y Derechos Humanos, pero queda además una necesidad mayor de poder comunicar lo que he aprendido. Sé que si la forma de educarnos (en casa, en la escuela, en otras instituciones) estuviera apegada a esta perspectiva las personas podríamos relacionarnos mejor y descubrir las maravillas que hay en todas y todos, tendríamos una actitud más productiva y seguramente caminaríamos con sonrisas más amplias.
Gracias Cepaz... gracias 2009... por llegar y por provocarme... por darme y permitirme aportar algo de mí.
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La foto muestra al grupo de la 5ta generación CEPAZ el día del cierre, en el piso se observan carteles llenos de frases positivas y senitimientos hermosos que fueron inspiradad y comunicadas por las personas que conformamos el grupo y tuvimos la oportunidad de hacer el cierre emocional de la experiencia. ¡Gracias gente linda!